Oración por las vocaciones

La Mies es mucha

«Oh buen Jesús, que a vista de la mies inmensa de almas dispuestas para la divina siega, sentiste en tu Corazón Sagrado el íntimo dolor de la falta de segadores. Todavía nos repites la sentida queja que entonces exhalaste: “Mucha es la mies y pocos los obreros”. Mas ahora, como entonces, en vez de haces uso inmediato de tu omnipotencia, convocando y arrastrando en pos de ti a nuevos apóstoles, concluyes misteriosamente: “Rogad, pues, rogad al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies”.

«Tu consejo divino pone en mis labios, oh buen Jesús, esta plegaria que por tu medio presento a tu Eterno Padre, Señor y Dueño de esta sagrada mies espiritual: ¡Oh, Padre Eterno! Por el amor de tu Divino Hijo, por la sangre redentora con que regó e hizo fructificar el campo antes maldito y estéril de las almas, sálvalas, Señor, misericordiosamente enviándoles segadores fieles y abnegados, despierta entre la niñez y la juventud muchas vocaciones de obreras y conserva en tu amor a las que favorecidas con tu divino llamamiento se están preparando para tan excelso destino. Así sea.

P.Castro

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